Cuaderno de Bitácora

"Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación." (Dicconario de la Real Academia Española)

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Lugar: Sant Cugat del Valles, Barcelona, Spain

Tengo 51 años y estoy en el mejor momento de mi vida. Tuve una vida bastante convencional hasta que un cambio brusco me sacudió. He aprendido a aceptarme como soy y a sentirme orgulloso de ello, aunque nunca dejo de esforzarme por ser mejor. Creo que las personas pueden cambiar si se lo proponen. Intento vivir con autenticidad en un mundo gris y convencional. Me siento rebelde con esa convencionalidad. Me queda mucho por vivir y no pienso desperdiciar ni un solo momento de lo que me queda. Creo en la amistad y en el amor. Soy un romántico, y he aprendido a disfrutar de ello.

domingo, marzo 26, 2006

Hoy hacía un día radiante. La primavera ha llegado con mucha fuerza este año, provocando una explosión de colores y sensaciones. Año tras año no deja de sorprenderme este transición de la naturaleza que altera la vida en si misma. Las sensaciones se multiplican. Sin embargo mas que dejarnos arrastrar y atrapar por nuestras sensaciones, debemos dejarlas desaparecer a medida que se forman, como letras trazadas con el dedo en el agua. Solo así despejamos nuestra mente y abrimos el espíritu a nuevas sensaciones.

Hojeo el libro de los maestros y me vienen a la mente intensos recuerdos de mis conversaciones con Don. Su enseñanzas basadas en la teoría de las ilusiones siguen marcando mi destino. Al abrir el libro encuentro la siguiente reflexión:

"El mundo real está más allá de nuestros pensamientos e ideas.
Nosotros lo vemos a través de la red de nuestros deseos,
divididos entre placer y dolor, bien y mal, interior y exterior.
Para ver el universo tal como es, tienes que pasar más allá de la red.
Eso no es difícil porque está llena de agujeros."

Recuerdo que la primera vez que hablamos de eso a mi mente me vino un imagen muy concreta de un agujero: la tolerancia. Entonces vi claro que mientras no dejemos de aferrarnos al concepto del bien y del mal, el mundo seguirá manifestándose bajo la forma de diosas amistosas y demonios maléficos.

El comienzo de mi viaje esta cerca. Quizás sea "el viaje" o tan solo una etapa más del gran viaje. Sin embargo como ya os he comentado anteriormente, creo que la vida discurre en el viaje y por tanto el destino final es el fin de la misma. El viaje en si mismo se convierte en la meta. En el fondo toda meta persigue una ambición. Si uno es perfectamente consciente del valor de la existencia humana, despilfarrarla a sabiendas en la distracción y la persecución de ambiciones vulgares, es el colmo de la confusión. ¿Tan difícil resulta entender eso? ¿O es que no somos conscientes de ese inmenso valor que tiene nuestra existencia?

La vida es "el viaje" y la vida se expresa a través de un movimiento perpetuo de cambio: el nacimiento del niño es la muerte del bebé, el nacimiento del adolescente es la muerte del niño. El problema es que piensas que tienes tiempo......

Para viajar debemos tener el valor de afrontar todo lo que está presente. A veces pensamos que las personas valientes no tienen miedo de nada. De hecho, lo que tienen es intimidad con el miedo.

Creo que el Savanna esta a punto para zarpar. Nunca lo había visto tan preparado y eso me da confianza. Un famoso lama dijo: "Las fuerzas que mueven el cosmos no son diferentes de aquellas que mueven el alma humana". Espero que los vientos me sean favorables.

miércoles, marzo 22, 2006

Los preparativos van por buen camino. En estos últimos días he encontrado paz y tranquilidad. Los acontecimientos se desarrollan a un ritmo frenetico y las piezas del puzzle parecen ir encajando cada día con mas precisión. Poco a poco parece que la visión se extiende mas alla de los negros nubarrones.

Sin embargo hace un rato un suceso extraño y puntual ha venido a perturbar la aparente tranquilidad de estos últimos días. Parece como si la razón hubiese perdido momentaneamente el control de la situación. Según el viejo mito platónico del auriga, la razón es el cochero de un carro movido por caballos díscolos y desbocados, las pasiones. Quizás la única manera de dominar los caballos es empezar por tener claro cual es el destino del viaje; y luego aplicar todas nuestras fuerzas y recursos en conducir el carro hacia esa meta.

La elección de metas es una de las más delicadas operaciones de la inteligencia. Todos tenemos un proyecto inevitable y inevitablemente difuso: queremos ser felices. Lo que muchas veces no sabemos ver es mediante qué proyectos podemos concretar esa aspiración difusa. A lo largo de nuestra vida la elección de metas atraviesa tres erapas: la etapa de la fantasía, la etapa de los ensayos y la etapa realista. Esta última señala la madurez, pero ¿cómo alcanzarla?

Toda decisión se basa en una visión. Sin embargo casi nunca llegamos a tener dicha visión completamente definida de manera que la elección sea fácil y evidente. No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos. A veces me imagino dicha visión como un puzzle en el que siempre faltan algunas piezas. Me resulta práctico en dichas situaciones imaginarme como son las piezas que faltan. Evidentemente uno se las imagina siguiendo su intuición y sus deseos, influyendo de manera tendenciosa en la visión final que se obtiene una vez completado el puzzle. Así pues una vez completada la visión me resulta más facil decidir y elegir mis metas. Luego a medida que avanzo y evalúo el desarrollo de los acontecimientos voy modificando o concretando esas piezas imaginarías, adaptándolas a la realidad. Quizás esa sea la parte mas dura, ya que en ocasiones los resultados no se adaptan a lo imaginado inicialmente, lo cual provoca que deba replantearse la elección realizada inicialmente.

Sin embargo....... ¿por qué no dejar que los caballos se desboquen de vez en cuando? Quizás sea ese exceso de racionalidad el que nos arrastra inevitablemente hacia el convencionalismo. El dominio racional de las pasiones nos aporta seguridad, pero no creo que la seguridad sea una condición suficiente para alcanzar la felicidad. Me resisto a abandonar la fantasía y el ensayo. ¿Será que aún no he alcanzado la madurez? ¿O más bien se trata de que estoy convencido que áun me queda mucho por vivir, y quiero hacerlo aún a costa de arriesgar mi seguridad o confort? ¿Qué mal hay en sufrir algún dolor de vez en cuando si es a cambio vivir plenamente?

Mañana será otro día. Espero que cada uno de nosotros encuentre su camino. Y ojalá dichos caminos se encuentren en algún lugar.

viernes, marzo 17, 2006

Esta noche sali a correr un rato. Estaba todo muy tranquilo. La temperatura ideal. Un cielo precioso presidido por una gran luna anaranjada. Buena música. Me tengo que entrenar para este nuevo viaje. Me siento muy bien.

Cuando uno viaja se aleja de su "hogar", de su "zona de confort". Hay que estar preparado para todo. Viajar es riesgo. Pero no hacerlo es morir poco a poco. Hay que moverse, hay que buscar constantemente el rumbo correcto, una meta o un destino que nos ilusione, un nuevo hogar.

Estoy ansioso por partir. En las situaciones estables siento que me vuelvo inestable. Necesito el estímulo de lo desconocido. Necesito avanzar. No podemos saber que hay detras de una nube sin elevarnos lo suficiente como para ver por encima de ella.

Empiezo a tener recuerdos para Don. Ahora mismo me viene a la cabeza una de sus crípticas enseñanzas:

"El pecado original consiste en limitar el Ser. No lo cometas"

Soy de los que cree que en esta vida la indecisión es uno de los grandes fracasos de la voluntad, o dicho de otra manera.... una gran derrota de la libertad. Etimológicamente la palabra decisión proviene de caedere, que significa cortar. Una decisión siempre es un corte, una separación, un salto. La indecisión suele derivar de un estilo afectivo acobardado, que teme equivocarse o teme la novedad. O peor aún: teme no gustar, teme disgustar, teme no ser como los demas esperan que sea. Es preferir lo malo conocido a lo bueno por conocer. A los indecisos cuando se les obliga a decidir se les condena al infierno. Decía Kierkegaard que la angustia es la conciencia de la posibilidad. El miedo a la libertad. Que absurdo tener miedo a la libertad ¿no? Pues este mundo esta lleno de personas asustadas, que procuran continuamente pasar desapercibidos en la manada, no sea que algún depredador se fije en ellos y los devore. Que pena!!

Voy a hacer ese viaje.... os lo aseguro. Y no va a ser el último. ¿Que tengo que perder? ¿Una vida confortable y convencional? ¿Una rigida rutina que me evita pensar, pensar que hay algo mucho mejor? No lo quiero!!!

Tengo ganas de rebelarme, de luchar por aquellas metas que me he propuesto. Pero soy muy consciente de una cosa: la vida se desarrolla intensamente en esa lucha, independientemente de si alcanzamos la meta propuesta o no. Hay que aprender a convivir con el riesgo, sino puede paralizarnos y llevarnos a de nuevo a la indecisión, o lo que es lo mismo, a renunciar a nuestra libertad.

Vamos.... animaros. Estay todos invitados a acompañarme. Especialmente tú. No pierdas mas el tiempo, el que se nos ha concedido en esta vida es limitado. Acompañame. Dame tu mano que yo te guiaré.

jueves, marzo 16, 2006

Han pasado seis meses!!!! Seis largos meses en el dique seco. Como pasa el tiempo..... Creía haber madurado lo suficiente. Nunca es suficiente. Uno nunca debe dejar de aprender. Hay que evolucionar. Crecer. Somos tan pequeños en este mundo tan rico y completo!!!!

Situación: en fase de renovación. De nuevo, pues sí. Nuevas ilusiones, nuevos proyectos, nuevas rutas que explorar, nuevos tripulantes en el Savanna, nuevos horizontes que descubrir, grandes proyectos que consolidar. Suena bien ¿eh?.

Estoy poniendo a punto el Savanna para un nuevo viaje. Saldremos muy pronto, tan solo en unas semanas. Aunque esta vez soy mas consciente que este viaje será tan solo un etapa más, una etapa mas en el largo viaje de la vida. Como ya he escrito en otras ocasiones el objetivo de todo viaje debe ser el acercarse a un destino mas definitivo. Y como dice una de mis mejores tripulantes, "pa atrás ni pa coger impulso".

En fin, aquí me teneis de nuevo. Se que muchos os alegrareis de ello y que estabais esperando que lo hiciera. Pero para dar pasos firmes debe ser uno mismo quién vea el rumbo a seguir, aunque todos lo apoyos y empujoncitos ayudan.

Gracias a todos por estar allí.